miércoles, 23 de julio de 2014

La Pensión De La Cueva


Después de agradable noticia de última hora de que teníamos coche disponible, con Roberto al volante nos pusimos rumbo al destino, que ya creíamos imposible.

Este lugar fue el último visitado, después de haber estado unas cuantas horas de la tarde en una casa y una escuela, la noche se nos echaba encima y aún queríamos probar suerte en un palacio que hacía unos meses Algaca y yo habíamos visto de lejos en el mismo pueblo en el que se encontraba este residencial, pero como nos imaginamos al entrar en la pensión: el lugar habría que posponerlo para otra salida.

Desde la carretera, el edificio era apenas perceptible, y como no te fijases en que estaba allí era imposible de ver, pero el lugar ya estaba en la mente del conductor, y era uno de los posibles puntos de la visita 

La pensión estaba dividida en dos construcciones, desconozco sí las dos eran de la misma pero a juzgar por su aspecto diría que el edificio delantero, que tenía cierto aire a mansión podía ser de principios de siglo, mientras el edificio trasero, podía ser de mediados de los cuarenta, estos dos estaban unidos por un patio central con salida a la calle y seguramente por un corredor que tenia el edificio principal en la fachada delantera, pero no pude confirmarlo por que el último tramo de éste se había venido parcialmente abajo y no se podía caminar por él.

El problema,  que como siempre, tiene que haber uno, llegó al ver que el edificio similar a una mansión había sufrido una reforma muy reciente en la que las ventanas originales habían sido sustituidas por unas de PVC.
Esto me hizo dudar sobre sí debíamos entrar o no, pues sí entrábamos nos arriesgábamos a que nos apareciese el típico señor de 60 años amenazándonos xD

Tras un tiempo de meditación Roberto y yo nos decantamos por entrar, tan solo saltar una verja de poco más de un metro y ya nos encontrábamos en el inmenso terreno del lugar, acto seguido descendimos por unas escaleras exteriores y por la fachada trasera encontramos la ventana que nos dio el acceso a La Pensión Del Manantial.




Una vez que habíamos saltado por la ventana de la foto nos encontramos delante de esta habitación, sólo viendo esto ya nos imaginábamos lo que nos íbamos a encontrar en el resto de las habitaciones...



 Según continuábamos caminando nos encontrábamos más y más habitaciones, cada una con una distribución, una forma...pero todas ellas sin rastro alguno de expolio o vandalismo. Un lugar virgen con más de quince años de abandono.



Los muebles, que a juzgar por el aspecto, seguramente fuesen originales, y desde luego, a cada cual más bonito.






 En general el lugar se mantenía a salvo de grandes humedades, aunque en el final del pasillo había dos habitaciones a las que no pudimos llegar, por que el suelo estaba muy húmedo y se veía el piso inferior.









 Las escaleras no eran ninguna maravilla, además de que en el descansillo se había hecho un añadido bastante reciente (no tendría más de 20 años) en el que se habían introducido dos aseos.



En la segunda planta la humedad era bastante más grande, de hecho parte del tejado se había venido abajo, y en no mucho, el techo que cubría la zona de la escalera se iba a venir abajo, pues tenía unas grietas de unos cuantos centímetros.









Descendimos a la primera planta, para salir por una puerta que daba a la fachada principal y a unas escaleras que daban al patio interior y desde allí accedimos al resto de instalaciones.




 Una de las partes más interesantes, como suele ocurrir en hoteles, residencial y pensiones era el impresionante comedor, que aunque hubiesen cambiado las ventanas el resto se mantenía intacto, además de que era original, no había sufrido ninguna reforma, como se puede ver en las columnas.






 Los cuadros aún estaban colgados en sus respectivos lugares y los armarios con toda la vajilla y cubertería.


Por esa construcción interior al comedor se mandaba la comida de la cocina al comedor.


 Las cocinas, también una de las salas más interesantes del lugar, pues tenía todo, bebidas, comida, platos, y estas maravillosas cocinas de leña de la primera mitad del S.XX


 El comedor de los encargados del hotel.






Esta sala aunque también con un tejado un tanto extraño (de cemento que no creo que tuviese más de treinta años) era de las zonas más decadentes de toda la pensión, y no por la humedad, sí no por la inmensas telas de araña que se habían apropiado de la mesa del comedor, seguramente llevasen allí décadas sin que nadie se hubiese molestado en limpiarlas.

Otro detalle curioso era la sala de teléfono que tenía cientos de números de teléfono apuntados.


La televisión, aún enchufada...


 Las puertas interiores, a diferencias de la exteriores, se habían mantenido, un ejemplo de esto es esta preciosa puerta que daba comunicación del hall a la cocina.






 La siguiente parte a la que debíamos acceder era a la primera planta del edificio delantero (en la planta baja estaba la cocina y el comedor)
Esto ya eran palabras mayores, desde la barandilla de una escalera, había que dar un pequeño salto a esta cristalera que podía venirse abajo en cualquier momento, pues los cristales estaban muy frágiles y parcialmente sueltos, pero con muchísima precaución conseguí llegar, Roberto, fue más precavido y prefirió quedarse esperando en las escaleras xD



 Es posible que esta zona fuese la vivienda de los dueños, por eso de que no tiene comunicación con el resto de edificios, pero las camas eran muy parecidas a las de el resto de la pensión...lo cual me desconcertaba un poco.












En esta planta se habían acumulado cientos de trastos, pero los que más me llamaron la atención fueron las piletas que se ven a la derecha de la foto, todas las habitaciones tenían una junto a un orinal. 




 Para terminar fuimos a un segundo comedor, que estaba en la planta baja del edifico trasero y que se veía bastante más viejo que el otro.








Y ahora explico el título del reportaje.
Por la puerta que se ve con la cortina amarilla se llegaba a dos habitaciones utilizadas para acumular muebles, y entre las dos estaba esta inmensa rueda, que hacía las funciones de bomba y extraía agua de algún pozo subterráneo cercano, lo curioso es que el manantial seguía activo (no se había desecado) y continuaba extrayendo agua, que se metía por un túnel trabajado directamente en la piedra que se encontraba en la puerta roja y que no sabemos si tendría o no continuación, no lo comprobamos por que estaba parcialmente inundado.

Hasta aquí el reportaje de este fabuloso sitio, visitado hace dos días y que desde luego fue de lo mejor que vimos.

Un saludo y gracias una vez más a todos los lectores ;)



9 comentarios:

  1. A L U C I N A N T E !!!!! me ha encantado :)

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    1. Gracias Noelia, la verdad es que no esperé encontrarme nada así viendo el exterior, una vez más las apariencias engañan jaja
      Un saludo!

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  2. Magnifico trabajo, el sitio es cojonudo para una película de la época, poco tienen que hacer un poquito de limpieza y poco mas.
    Un saludo

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    1. Sí, colaría perfectamente en una película ambientada en 1950 jaja
      Es cierto, limpieza tendrían que hacer bastante xD
      Un saludo

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  3. Hermoso rabajo y las fotos estan bestiales!!!!!! Ojala Aqui en la florida hayan mas sitios asi!

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    1. Gracias!
      Ya te digo yo que sí buscas, sea donde sea, te aparecen muchas cosas ;)

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  4. Chavales acojonante sitio.
    Saludos

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    1. Gracias Mario!!!! Nada de acojonante comparado con lo que veremos en menos de dos semanas jajaja
      Un saludo ;)

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  5. Jajjajja que cara de violador tiene el cura de la foto jajjaj

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