Recuerdo que este lugar lo visitamos en una ruta que duró cuatro días y en la que recorrimos prácticamente todo el Norte del país vecino, además de encontrar un total de 11 palacios de los que aún no se habían visto fotos.
Después de haber comprobado ya numerosos sitios, llegamos a este, el cual había analizado con más detenimiento que cualquier otro para buscar las formas más fáciles de encontrar un acceso a la casa.
Pasada más de media hora perdidos por un frondoso y casi impracticable bosque (nos ocurrió lo mismo la segunda vez que fuimos) llegamos al "camino" que nos dió acceso a uno de los lugares más mágicos y tétricos que nunca he visitado.
Encontrar una forma de entrar una vez frente a la vivienda no fue nada complicado, habíamos entrado (como es costumbre en viviendas palaciegas) desde la cocina, la primera impresión una vez dentro fue poco positiva.
A juzgar por esta sala la casa no tendría muebles, pero cambiamos de idea en cuanto comenzamos a caminar por un oscuro pasillo.
Habíamos entrado a los salones principales de la casa, en el primero, que era el más sencillo había algo similar a un armario empotrado en el que había un pequeño altar.
Como es bastante visible, durante sus indeterminados años de abandono, que supongo que andarán entre veinte y treinta, han pasado por él muchas personas, y aunque esté en un estado bastante decente, ha habido un expolio inmenso.
Algunas fotos son del año pasado, y otras de hace cinco días, apenas son visibles cambios en cuestión de un año, aunque por ejemplo, en esta sala, alguien en este tiempo se ha dedicado a romper o llevarse la bombilla de la que hubiese colgado una lámpara, cosas estúpidas e ilógicas jajajaja
La siguiente sala, que ya tenía más decoración, tanto en techos y paredes (estos últimos continuaban siendo bastante simples, típicos de palacios del Siglo XIX)
Al fin estábamos en el lugar más importante de todo el conjunto, el salón que ha dado nombre al palacio, otra muestra de las magníficas anomalías arquitectónicas que se han producido en Portugal durante los últimos trescientos años, aunque no es el único que conozco con techos artesonados, sí que es en el único que he visto clara la función principal del salón como lugar para fiestas y bailes.
Debido a la maleza que cubre prácticamente toda la mansión y la extrañísima distribución de la misma, había muchas areas casi en completa penumbra, también ayudado por la vegetación, una de las alas del edificio, y que seguramente fuesen unas de las zonas destinadas a los criados, se ha venido abajo, impidiendo acceder a unas cuatro o cinco habitaciones.
Muchos de los cuadros tenían motivos religiosos, a excepción de las enmarcaciones que estaban cerca de los dormitorios principales, que todos ellos eran bordados con la fotografías de los que seguramente habitasen allí hace más de 60 años.
Los dormitorios eran bastante pequeños, pero que puediésemos visitar habría un total de diez más el ala inaccesible, que seguramente tuviese otros dos o tres.
El dormitorio principal, aunque era más sencillo que otros muchos, era el más amplio.
Por último visitamos la segunda planta, que no deja de tener alguna sorpresa, y el comedor.
Acabo de encontrarme con esta página y, me ha impresionado. Qué pena que nadie esté interesado en dar de nuevo esplendor a este hermoso y curioso palacio portugués
ResponderEliminar