El Palacio Del Jako

Atardecía en las laderas Portuguesas, teníamos que aprovechar la escasa hora de luz si queríamos fotografiar las inmensas estancias de aquella vivienda.

Nos situamos delante de un inmenso muro que nos impedía el acceso a aquel mágico lugar, pero nuestras atónitas miradas se colaban entre las estropeadas ventanas y nos advertía de que aquel lugar no era uno cualquiera..
Sin más, seguimos las instrucciones del compañero Victor y nos introducimos por un huerto, abandonado, y cruzamos un pequeño riachuelo, que por aquel tiempo no tenía agua.
Acto seguido llegamos a un extraordinario campo de helechos, por el que se insinuaba un camino.
Debido a las gran altura de los helechos, la senda que seguimos había dejado de ser senda para convertirse en un bello pasadizo cubierto de vegetación, que terminaba 100 metros más adelante.
Al terminar aquella senda nos encontramos en una escalita, casi irreconocible gracias a la exuberante flora  que la cubría por completo. ascendimos por las angostas escaleras hasta acceder al desatendido patio del palacio.

La vista trasera del lugar ya era impresionante, la gran chimena nos indicaba que su interior no nos dejaría indiferentes.

Su bonita fachada principal nos dio acceso al interior del palacio.

Tras introducirnos en la capilla nos dimos cuenta de que nos encontrábamos frente a una muestra más del valor arquitectónico que tiene el lugar, pero curiosamente ninguna información hemos podido encontrar en Internet acerca del palacete.
La única información que he conseguido a sido gracias a Victor es que perteneció a una familia adinerada de Brasil que invirtió el dinero en Portugal, la casa se construyó a nombre de una visscondesa, fallecida en 1887.
También se sabe que el edificio no se deshabitó hasta 1980, cuando lso nietos de la visscondesa se mudaron a otra localidad más grande.

  Los crujidos del parqué nos indicaban que había que andar con precaución, de hecho, en alguna zona, el suelo se había venido abajo.
Continuamos por un pequeño pasillo hasta llegar a la sacristía, en la que no faltaban un espejo, el mueble donde el cura guardaría las túnicas y una vieja biblia parcialmente deshojada.

Sin darnos cuenta llegamos al salón principal, presidido por un bonito piano.
Algaca y yo no nos lo pensamos y tocamos una obra compuesta por nosotros dos (es la que aparece en el video que ha hecho él) para ambientar un poco las tétricas habitaciones del lugar.

Las grandes puertas y las cortinas nos indicaban que estábamos en un lugar de cierta importancia.

Retrocedía sobre mis pasos para fotografiar la única chimenea que había en la casa.

 El comedor principal daba muchísmo juego, pero no podíamos detenernos mucho si queriamos fotografiar todo el palacio.

 Todo el comedor estaba rodeado de muebles palaciegos de del S.XIX

Continué por otro pasillo hasta llegar a un comedor diferente al anterior, este más pequeño.

 Indudablemente una de las partes más bonitas del palacio eran estas cocinas de leña.

La falta absoluta de luminosidad me obligo a pintar con luz.

 Uno de los cinco dormitorios del segundo piso, quizás para los hijos de la familia que allí vivese, esto fue deducible gracias al reducido tamaño de las dos camas que había en el gran aposento.

 Otro habitáculo, este de tamaño mucho más reducico y con una sola cama.

 No pude fotografiarlo, pero detrás del lugar donde yo hacía la foto había varias estanterías repletas de libros, lo que me dió a entender que esa estancia se usaba como biblioteca.

 Muchas de las salas habían sido desmontadas a proposito por lo dueños, esta es un ejemplo, ya que las camas estaban apiladas contra la pared junto a unas bonitas mesas blancas que tenían toda la sillería original.
Pero otras pocas se habían mantenido casi intactas a como las estuvieron utilizando los dueños eran las propicias para fotografiar cada mueble cama o cuadro.

Vista de las escaleras desde la segunda planta.

Finalmente, por una pequeña puerta accedí al coro y otro espacio semejante , en el que seguramente hubiese un pequeño organillo o algo similar.

 Subimos por unas frágiles escaleras a la tercera planta, allí esperábamos encontrarnos una buhardilla, lo típico de un lugar para almacenar material y objetos, pero no, allí seguía habiendo más salas y habitaciones.

 Incluso otra cama que parecía haberse estado utilizando recientemente.

 Parte del techo ya empezaba a sufrir daños gracias a las humedades ¿cuánto tiempo aguantará? :S

Descendimos de nuevo hasta la planta principal para bajar por otras escaleras distintas al sótano.

 Tardamos un poco en deducir el uso de esta "silla" pero finalmente me vino a la cabeza una exposición en la que estuve hace un año de orinales, y recorde, que la gran mayoría eran de un estilo similar a este, jamás me había encontrado algo parecido en un abandono, al igual que otra multitud de objetos de los que desconocía su uso por completo.

Un viejo carruaje nos dio a entender que debíamos marcharnos..

El video de Algaca
http://www.youtube.com/watch?v=Ug3xqu1OyUg

Por último dar las gracias a Jesús, Iñaki, Algaca Y félix por hacerme pasar un fin de semana tan agradable.

Una mención especial para el gran compañero Víctor por que sin él no podría haberse hecho este viaje.

Un saludo a todos!!!!!! ;)