El Restaurante Húmedo

Tercer y último día de exploración en tierras Gallegas, más concretamente el día 7 de Enero.
Después de haber visitado ya unos cuantos abandonos, el guía de la exploración, Roberto, decidió llevarnos a este curioso restaurante.

Cuando nos encontrábamos en la puerta, Félix (el conductor xD) se despidió y puso rumbo a la capital.
Rápidamente Algaca y yo nos dimos cuenta de que ya habíamos estado allí, y es que una de las muchas veces que habíamos estado en Galicia intentamos acceder a un discoteca que estaba a apenas medio kilómetro de el restaurante.

Subimos una pequeña rampa y saltamos al patio del restaurante, algo que me extrañó mucho es que no había ninguna ventana rota y llevaba al menos quince años abandonado.

Rodeamos velozmente el edificio y empezamos a buscar accesos, que debía ser por una ventana que estaba entreabierta, pero nos conseguíamos abrir ninguna, entonces se nos ocurrió la idea de que Algaca o yo nos metiésemos por un ventanuco de menos de 20 cm.
Tras mucho tiempo y mucha ayuda, Alberto consiguió meter la mitad del cuerpo al interior, pero la espalda no le cabia, así que nos tocó sacarle de nuevo jaja
Finalmente volvimos a probar las ventanas y una de ellas se pudo abrir sin mucha dificultad, al fin estábamos en el Restaurante Húmedo.

Lo primero que nos encontramos al acceder por una ventana que según otras personas estaba "cerrada" es este inmenso comedor con capacidad para casi 100 personas, aunque con las sillas recogidas, el lugar se mantiene intacto, después de más de 15 años de abandono.

Al atravesar todo el comedor dimos con la barra del restaurante, de un estilo puramente ochentero, junto a ésta nos encontramos la primera lechuza muerta del recorrido, que gracias a la humedad estaba pudriéndose.

Gracias a la lluvia que no había dejado de caer durante más de cinco días, gran parte del local estaba inundado, y debido a las muchas goteras, no era extraño que al salir de una habitación acabases con toda la cabeza mojada xD

 Justo en frente de la barra estaba esta curiosa máquina de tabacos, que, aunque no con toda seguridad, pero suponemos que tenía más de cuatro décadas.


La máquina aún funcionaba por pesetas, lo que nos indica que al menos llevaría desde el 1999 abandonado, en otros reportajes del lugar vemos que fijan la fecha de abandono como 2004, pero seguramente en esta fecha dejasen de pagar las facturas y cortarían definitivamente la luz.

 Detrás de la zona de la barra del bar y el comedor estaba la cocina, que se componía de cinco fuegos y dos hornos.

 En la mesa de la cocina todavía se podían ver restos de comida así como cervezas, vinos y demás bebidas...

Los platos, a diferencia de muchos lugares se mantenían en el lugar donde sus dueños los dejaron y no había ni uno roto.

Antes de ver la vivienda de los propietarios decidimos ascender por las escaleras hasta un segundo comedor, de tamaño similar al anterior.

 En muchas partes del segundo piso el techo que era de un material parecido al pladur se había venido abajo, y aquí nos encontramos la segunda lechuza muerta del lugar.

 Una muestra de lo que los hongos estaban haciendo con una revista...fascinante!

Y aquí está el comedor de la segunda planta, que era bastante cutre (como en general era todo el lugar)
Las paredes estaban cubiertas de una especie de plástico suave, y en muchas partes se había puesto mohosa.

 Para terminar nos dirigimos a la casa de los dueños, que esperándonos lo contrario, estaba bastante más húmeda que el resto del restaurante, incluso algunas lámparas se habían cubierto de unos pelillos de color blanco.


La vivienda se mantenía virgen al igual que el resto del restaurante, aunque ya sin objetos personales, pues los dueños se los llevarían a Mexico, donde viven en la actualidad, estos datos los hemos sacado a través de lo que hemos encontrado en Internet buscando cosas sobre otro restaurante que pertenecía a la misma familia.

 La habitación del matrimonio, que era la que mejor se había conservado, en los armarios aún quedaba algo de ropa.

 La estanteria que iba a juego con la cama que hemos visto antes.

 Esta cama sin embargo estaba completamente llena de algo negro.

 Todas las puertas de la vivienda estaban como ésta...haceros una idea...

 El baño era más moderno de lo que esparaba encontrarme, pero también estaba bastante decadente.

 Volvimos sobre nuestros pasos para salir del restaurante, pero claro estaba que antes había que sacar unas fotos a las bonitas lámparas que cubrían el techo del comedor de la primera planta.

Aquí acaba el reportjae de uno de los ocho abandonos que vimos en esta salida Gallega, dar las gracias a Roberto, Rafa, Félix y Belinda por estos cuatro días tan buenos, esperemos que se repitan pronto!

Espero que os haya gustado.

Un saludo!!!!