The Cogumelo´s Hotel

Este hotel ha sido visitado en la última salida a tierras Portuguesas, sin lugar a dudas, una de las que más trabajo nos ha llevado a Algaca y a mí, incluso con colaboración de algunos compañeros, como Nacho, han sido muchas horas buscando lugares y documentándonos.
Con una lista que superaba los 30 lugares, Jesús, Mario, Álex,Algaca y yo nos pusimos en camino al que sería un fin de semana de lo más loco y entretenido.
Salimos de Salamanca a las nueve de la mañana, Alberto y yo bajamos de casa y el resto del grupo ya estaba esperándonos, subimos en el coche y comenzamos nuestras andanzas.

La primera parada fue en el Fornillo De La Estaçao (Guarda) donde tienen unos dulces riquísimos, muy baratos, y wifi libre, con lo que pudimos descargar mapas de Portugal y continuar la ruta introduciendo las coordenadas. Después de esta corta parada nos pusimos rumbo a los primeros abandonos, que era dos palacetes que estaban en la misma calle, uno seguido de otro, el acceso al patio era sencillo, pero al menos, uno de ellos estaba cerrado a cal y canto, tan sólo pudimos acceder a la cochera, que viendo los objetos que había en su interior, podíamos imaginarnos que aquel palacete debía de ser muy similar al Palacio Del Jako *-*

Al segundo no entramos por que ya era la una y aún nos quedaban más sitios por la zona.
A pocos kilómetros había otras dos mansiones, una tapiada y la otra con acceso a una casa habitada :(
Finalmente recorrimos 15 kilómetros más hasta que llegamos a un pequeño pueblo, que tenía un precioso hotel de finales del S.XIX, que tiene mucho parecido al conocido Hotel 1911.
Después de rodear el terreno del hotel, encontramos un camino que salía desde la parte más baja del recinto, pero este camino llevaba a un hotel que estaba en uso, así que saltamos una valla y nos metimos a través de un bosque de Eucalipto hasta llegar al Cogumelo´s Hotel.

Nada más llegar al recinto del lugar, comenzamos a escuchar una sierra proveniente de algún lugar muy cercano, incluso llegamos a pensar que sería de trabajadores que estaban cortando árboles del hotel, pero al final caímos en la cuenta de que estaba bastante más lejos de los que pensábamos.

El acceso al interior fue tan fácil como acercarse a la puerta principal y entrar, lo primero que nos encontramos fue la recepción que, como ya sabíamos se había venido abajo hacía unos cuantos años, pero era curioso ver debajo de todo el tejado, los sillones de la misma.

Como se ve en la foto, los lavabos y las cisternas se habían quedado colgando...

Típicas hamacas Portuguesas que ya hemos visto en otros hoteles de este país.

La decadencia de casi 20 años de abandono era perceptible en cada estancia del lugar.

Aunque el expolio era muy palpable aún quedaban bastantes cosas e interesantes.

Antes de continuar quiero explicar de donde proviene el curioso nombre que le he dado al reportaje.
Cuando salíamos del hotel y nos acercábamos a la valla para saltar e introducirnos por el camino que daba al coche, un hombre que rondaba los 60 años pasó por el camino que iba al hotel que actualmente está en uso. Sin saber que decir, le dijimos, con nuestro Portugués; estamos cogiendo setas, que setas en Portugués se dice Cogumelos, acto seguido el hombre cogió el móvil, seguramente llamase a la policía xD

La tercera planta (que no la última) al tener el techo en forma de buhardilla, había resistido peor la lluvia y humedad y muchas habitaciones se habían venido parcialmente abajo...

Aún quedaban algunas camas, que tienen también un cierto parecido a las que se encuentran en otros hoteles abandonados.

Eternos pasillos crujían debajo de nuestros pies, como es visible en la foto de la derecha, la zona de la recepción se encontraba detrás de las puertas de la derecha, se había venido abajo y la pared se había quedado literalmente colgando, era bastante peligroso caminar por cualquiera de los pasillos que allí había. 

                                 
                                                                           

                                    

Antes de bajar al sótano, que sabíamos que estaría lo más interesante, subimos a la última planta, en la que había varias estancias, seguramente sería el lugar de dormir de los propietarios del hotel.

En esta habitación todavía se conservaban algunas camas, aunque no sé durante cuanto, pues entrar a la habitación suponía un riesgo que yo no quise correr (el parqué se había dilatado y estaba ligeramente hundido)

Bajamos con muchísima precaución a la planta baja, desde donde podíamos acceder a los salones y, sí continuábamos bajando, a las cocinas. Primero nos acercamos a los comedores.

En los dos salones estaba almacenado más de la mitad de todo el mobiliario del hotel ¿quién se apunta a montarlo?
El acceso principal al hotel es la parte que daba a la torre que se puede ver en la parte final del reportaje, se componía de una bonita habitación circular con una columna en el centro, las fotos las debí borrar sin querer y no las he podido recuperar :(

A tientas bajamos por unas escaleras que vistas desde abajo eran unas curiosas escaleras de caracol, una vez abajo nos metemos por una puerta que había a la izquierda y accedimos a la última parte que nos quedaba de ver; las cocinas.

Como se demuestra en las fotos, era la zona mejor conservada del hotel, había multitud de instrumentos. ollas, tenedores, vasos, cuchillos...y bastantes productos alimenticios aún sin abrir.

 Impresionantes las texturas del hotel...

Por último subo esta foto del pasillo de la tercera planta donde se ve perfectamente el peligro que se corría sí pasabas por ese pasillo.

Y las prometidas fotos del la fachada principal.
Espero que haya sido de vuestro agrado el reportaje.
Quería también dar las gracias a los amigos con los que he estado este fin de semana tan divertido.
Un saludo!