jueves, 10 de enero de 2019

La Quinta Museo

Pasado año y medio desde que actualicé por última vez el blog (ésto va a cambiar 😅) hoy lo hago con un lugar relativamente peculiar jajajaja
Aunque tengo decenas de reportajes interesantes de Francia y España por subir, me he decantado por éste, puesto que es uno de los que más me han gustado en los últimos viajes que hemos hecho a Portugal.
Este fue el primer lugar que visitamos aquella mañana de todos los santos, salimos de Salamanca bastante tarde, por lo que ya contábamos con que aquel día no veríamos nada con luz, aún así, de camino al sitio donde pensábamos dormir (una pequeña casa bastante discreta y muy acogedora en la que ya habíamos planteado el pasar la noche en otra ocasión xdd) pasamos por algunos lugares para ver sí había acceso, y tras unos cuantos fallidos, llegamos al último antes de marchar a dormir.
Aunque la casa estaba parcialmente cubierta por un bosque, desde el exterior podíamos intuir que se trataba de un edificio grande, y sobrio, tanto, que estuvimos planteando sí merecería la pena saltar el muro para intentar entrar.
Finalmente nos decantamos por saltar, mientras Cris oteaba desde la calle, Alberto y yo nos metimos en el jardín, que, aunque segado recientemente, estaba bastante claro que se trataba de un edificio deshabitado.
Cuando estábamos frente a la construcción, nos fijamos en que buena cantidad de los cristales estaban rotos, y por éstos asomaban unas cortinas blancas, mi ilusión aumentó cuando vi que se trataba realmente de una quinta con nombre propio y no de una casa grande xd
Una vez rodeado con sumo sigilo el edificio, llegamos a la parte trasera, nos acercamos a la única y fructífera posibilidad de entrar en la casa, una reja con una separación entre barrotes más que suficiente para que pudiese acceder, detrás de dicha reja nos esperaba una roída ventana de guillotina que nos dio paso a La Quinta Museo
Una vez dentro, y ayudados del móvil, ascendimos unas empinadas escaleras que daban acceso propiamente a la vivienda.
Lo poco que habíamos visto ya nos indicaba que la casa tendría cosas, pero no esperábamos lo que estábamos a punto de ver...realmente era una casa museo, no es la primera vez que veíamos un sitio así en Portugal, pero creo que era de las más bonitas, sin duda.
Alberto y yo recorrimos la casa al completo a gran velocidad, anonadados con lo que estábamos viendo, pocos minutos después ya estábamos fuera de la casa y contándole a cris que ya teníamos el primer sitio guapo de la ruta jajajaja

 Ya antes de entrar suponíamos que la casa estaría sin tocar por nadie que no hubiesen sido los dueños, pues nadie hubiese intentado meterse por donde me metí jajajaja pero ninguno esperábamos que fuese a tener tantísimos detalles cubiertos por 3 centímetros de polvo 😍



La cocina, exageradamente pequeña comparado con el resto de la casa, y en general, con el tamaño que acostumbran a tener las cocinas en las quintas y solares portugueses.



El pequeño comedor que precedía a la cocina era una miniatura de los "comedores" (no sé sí eran comedores o salones) del resto de la casa. 






La casa nos daba la bienvenida con este gran salón, que sí no llega a ser por algunos detalles del mobiliario y la edificación podría ser un pazo jajajaj




Como decía antes, el conjunto es excesivamente rural, algo no muy común en Portugal,  que hasta la casa más perdida en mitad del campo tiene muebles bastante ornamentados.


 En este caso no, todo los muebles son de una sobriedad más propia de Galicia que de Portugal, quizás fuese ese aspecto lo que le daba al lugar un encanto añejo muy especial.


A pesar de llevar deshabitada,y a juzgar por el el bosque colindante y el interior de la casa, sin mantenimiento, al menos doce años, la estructura de la casa está francamente bien.



Uno de los dormitorios, sin duda el más extraño de todos, más propio de las casas indianas de Asturias que de Portugal.


 Aunque este no se quedaba atrás, y quizás fuese el dormitorio más nobiliario que había en la casa, a pesar del diminuto tamaño que tenía.






 Una vez pasados varios dormitorios llegamos a los comedores-salones xd a cada cual más bonito




La lámpara de candiles jajaja







 Esta sala junto al comedor de acceso a la cocina, al menos desde mi punto de vista eran las que más se asemejaban a lo que estamos acostumbrados a ver en las quintas portuguesas, aunque las lámparas siguen siendo demasiado extravagantes 😂





 Las lámparas colgadas de la pared, no muy usuales, pero relativamente comunes en casas de estas características xd





El dormitorio principal era bastante locura, aunque la luz no era la mejor 😓











Y hasta aquí el reportaje de regreso al mundo de blogger jajajaja








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